Rascadores para gatos. ¿Cuándo, cuántos y cómo?

El rascador de uñas forma parte de la identidad de los gatos, algo que puede ser muy molesto para sus compañeros humanos, pero es una conducta totalmente natural y necesaria para ellos que se inicia a partir de la quinta semana de edad y continuará toda su vida.

El rascador de uñas cumple varias funciones vitales para nuestro amigo como son:

  • Para marcar, los gatos tienen feromonas en sus almohadillas, las cuales dejan impregnadas en la zona.
  • Higiene, con el rascado consiguen mantener sus uñas en perfecto estado.
  • Por salud física, estirando músculos y tendones.

Sabiendo ahora lo importante que es para ellos el rascado, te dejamos varios tips para que los tengas en cuenta:

¿Cuándo le pongo el rascador?

Nuestro gato comienza con el rascado a las 5 semanas de vida, por lo que será el momento ideal para proporcionarle su primer rascador, y así evitar que coja la costumbre de rascarse en los muebles o el sofá de nuestra casa, un hábito, por cierto, difícil de quitar.

¿Cuántos rascadores le pongo?

Cuantos más mejor, y esto no lo decimos porque los vendamos en nuestras tiendas, sino porque te garantizas, por un lado, que no tome la costumbre de usar mobiliario de la casa; y por otro lado, le facilitas un entorno más dinámico para su vida en casa.

Lo ideal es proporcionarle de dos a tres en las zonas de la casa donde más tiempo pasa nuestro amigo, y de diferente tipo: para rascado horizontal y vertical preferiblemente.

¿Cómo debe ser el rascador?

Los primeros rascadores pueden ser los de cartón por su comodidad y tamaño. Nuestro gato al ser aún pequeño se rascará más fácilmente de forma horizontal, por lo que te recomendamos los de este tipo.

Más adelante buscaremos opciones verticales, pero debes de tener en cuenta varios factores como son:

  • Estabilidad: Nuestro gato buscará rascadores seguros para el afilado y estiramiento, puesto que ejercen una fuerza considerable en esa acción.
  • Altura: debes de tener en cuenta que nuestro gato tendrá una altura media de 60-80 cm, por lo que un rascador de 30 cm de altura le será inútil y no le hará ni el más mínimo caso.
  • Ubicación: No le hagas caminar lejos de su zona habitual. Piensa que cuando se levante después de estar varias horas acostado en su sitio favorito, buscará estirarse y como ya te hemos comentado, el rascado tiene esa doble función. 

El rascado no debe de convertirse en un problema de convivencia, siempre que proporcionemos las herramientas necesarias para ello y, sobre todo, a tiempo para crear hábitos positivos.

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