Mi perro está perdiendo los dientes.

Tristemente, este es un comentario que nos encontramos habitualmente en nuestras tiendas, algo que ocurre en todas las razas y tamaños, pero es normal cuando nuestro perro se acerca a su vejez, pierde dientes por motivos totalmente naturales.

Pero, ¿qué pasa cuando nuestro perro está en la mitad de su ciclo de vida?

La pérdida de dientes prematura es más común de lo normal en los últimos años. Se debe, en gran medida, a que no tratamos a nuestro perro como lo que es, un depredador; sabemos que puede sonar un poco exagerado, pero sí, nuestro perro tiene alma de cazador y mandíbula de carnívoro, la cual no usa, y por ese motivo puede perder los dientes.

En la industria de la alimentación canina y felina hay dos bulos, los cuales no han podido generar más daño en tan poco tiempo como son estos dos que les vamos a detallar.

¿Las croquetas limpian los dientes? Falso, el pienso es incapaz de generar ese efecto cepillo de dientes y esto se debe a que la mandíbula de nuestro perro tiene un movimiento lineal de arriba hacia abajo que le impide mantener la comida en la boca, la inmensa mayoría ingiere las croquetas enteras.

¿Los huesos son peligrosos? Falso, los huesos mal suministrados son peligrosos, pero si hacemos un uso correcto, son el mejor aliado frente al sarro. Los huesos son peligrosos cuando cambiamos su estructura y esto ocurre cuando lo cocinamos de cualquier forma, por ese motivo, recomendamos dar los huesos crudos.

En el mercado encontramos alternativas muy válidas, incluso con un efecto más beneficioso, como pueden ser las tiras de piel de vaca deshidratadas.

Tamaño y pérdida de dientes.

Las razas más pequeñas son las grandes perjudicadas en este tema, puesto que están más sobreprotegidas por miedo a que puedan sufrir algún daño.

Debemos de tener en cuenta que su mandíbula, por pequeña que sea, tiene la misma función que la de un perro que les triplique en tamaño.

Si queremos mantener una buena salud dental en nuestros perros, debemos asegurarnos de que usan todos sus dientes en la medida de lo posible, teniendo en cuenta su anatomía.

En los incisivos y caninos lo tenemos más complicado, puesto que son los que funcionan de forma natural cuando hacen presa, algo que podemos trabajar jugando con ellos con el típico tira y afloja con un nudo de tela.

En los premolares y molares lo tenemos más fácil, porque aquí sí entrarían todos esos snacks naturales como son los huesos, tiras de piel, nervios y orejas deshidratadas, entre muchos más, capaces de ejercitar esa mandíbula olvidada tan importante para una calidad de vida y de alimentación esencial para nuestro amigo.

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